ADVIENTO (Tiempo de siembra)


  • "ABRETE TIERRA":
Con este grito, Isaías nos invita a disponer nuestra existencia a acoger el don de Dios.   
         
LA TIERRA es la clave desde la cual vamos a partir, ese lugar desde donde se nos presenta como momento de volver a ella, la cual nos sustenta y que podemos compartir.

Por  eso vamos a escudriñar algunos de los nombres que utilizamos sobre la tierra, en este tiempo de ESPERA, de ADVIENTO y que podrá ser pista para poder realizar la oración.
  •  EL DESIERTO " El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa" (Is 35,1)
 Lugar de prueba, pero también de experiencia profunda del  Dios amante  y fiel.  Israel hace memoria de su identidad, ligada al Dios fiel, al compañero de camino. Nosotras también tenemos en nuestra vida, momentos de desierto: lugar en donde no tenemos dónde resguardarnos, de ver nuestra vida estéril, de vivir al aire libre...
Entrar en estos desiertos, nos abre la posibilidad de transitar por esos caminos no  caminados antes y que nos abren a la novedad.
Que este andar por el desierto, nos invite a descubrir el AMOR, al que no llegamos si no somos capaces de despojarnos, de vaciarse. Que este tiempo lo aprovechemos.
  •  EL MONTE DEL SEÑOR "No volverás a gloriarte sobre mi monte santo. Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde que confiará en el Señor. (So 3,12)
Lugar de encuentro con el Misterio de Dios, que siempre nos llega y nos deja radiantes. Nadie que ha subido al monte, baja de la misma manera.  En este tiempo se nos invita a subir, para anunciar la llegada del Señor a toda persona, a toda situación. Subiremos al monte para adiestrarnos en la escucha de la Palabra y para ser sanados de nuestras violencias que se transformarán para la bondad, el amor y   el bien.
  • JERUSALÉN, HIJA DE SIÓN "El Señor sana los corazones destrozados, venda sus heridas". Sal 146
      Una ciudad devastada puede ser, en ocasiones, imagen de cómo nos sentimos  interiormente. Un cambio de etapa, una situación inesperada, la disminución física o una realidad en la que empeñamos mucho de nuestra persona  pueden dejar en  nosotras la sensación de papal nuestra ruinas. Estas hablan de pérdida, lo que  éramos o teníamos ya no está. Pero estas pérdidas abren en nosotras espacios de  libertad desde los que poder ser, no tanto desde lo que poseemos sino desde lo que somos y que Dios sustenta con tanto amor.
  • EL VERGEL Y EL BOSQUE "¡Levántate, amada mía, hermosa mía! Porque ha pasado el invierno y ya brotan flores en la vega, apuntan los frutos en la higuera y la viña en flor difunde su perfume". Ct 2

      El jardín es el lugar la Presencia del Amado donde se vive no tanto en búsqueda como en el descanso en el Amor. El vergel es expresión de abundancia. La vida y la  belleza no llegan sino después de un lento proceso de transformación, y aceptar ser transformadas es aceptar ponerse en camino a un lugar que desconocemos, hacia  algo nuevo, hacia lo más verdadero de nosotras mismas que coincide plenamente  con esa identidad única que Dios nos regala y en la que se goza y se complace, es amada y causa de su júbilo como en el día de fiesta.

LAS MUJERES, el día contra la violencia















 El 17 de diciembre de 1999, a través de la resolución 54/134, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 25 de noviembre como el "Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer", e invitó a los gobiernos, a las organizaciones internacionales y a las organizacio-nes no gubernamentales a que organicen en ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto al problema de la violencia contra la mujer.

  
                      Desde 1981, las militantes en favor del derecho de la mujer observan el 25 de noviembre como el día contra la violencia. La fecha fue elegida como conmemoración del brutal asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del dictador dominicano Rafael Trujillo (1930-1961). 



Señor:

 

Hoy vengo ante Tí a pedir que le des tu paz a quienes

sufrieron violencia en sus vidas,

a quienes murieron,

dales el descanso eterno y el premio a sus sacrificios,

a quienes fueron heridos de cualquier forma,

dales tu sanación física y espiritual,

a los familiares de las víctimas,

dales fortaleza y capacidad de perdón.


No es fácil perdonar a quien nos lastima,

redobla tu Gracia para ensanchar nuestros corazones y

reconocer en los agresores a hermanos necesitados de tu redención.

 

Te pido por la conversión de los violentos y por el consuelo de los pacíficos.

Que nuestras oraciones y nuestros actos construyan un mundo de paz.


Amén


PADRENUESTRO…